«Antología del cuento literario». Edición Miguel Díez Rodriguez:

BREVE HISTORIA DEL CUENTO ESCRITO:

«Cuento» etimológicamente proviene de «contar», y se pasa de contar numéricamente, a describir acontecimientos reales al principio y fingidos después. Según la tercera acepción de la RAE es una «breve narración de sucesos ficticios y de carácter sencillo, hecha con fines morales o recreativos.» En cuanto a la división de géneros, el cuento se incluye con la novela dentro de las formas de prosa narrativa. Se diferencia respecto a la novela corta en que ésta por su índole temática necesita más extensión para su desarrollo que el relato breve; está a medio camino entre el cuento y la novela extensa. Asimismo, respecto la novela extensa, el cuento no solo se diferencia en la extensión (este es mucho más corto), sino por las técnicas narrativas: la novela no admite omisiones ni reducciones, mientras que el cuento y la novela corta buscan temas que exigen brevedad y que simplifican y condensan.

El cuento popular:

  1. Nace, pertenece y se desarrolla en torno a la tradición del pueblo y se transmite oralmente.
  2. Es anónimo.
  3. El relato progresa linealmente y todo se subordina a la acción.
  4. La finalidad del cuento va en tres direcciones:
  • Satisfacer las necesidades y capacidades humanas (evasión, fantasía y emoción.)
  • Enseñar algo en relación a cualquier aspecto de la vida.
  • Hacer participar al oyente en el patrimonio cultural del pueblo e incorporarlo a la comunidad.

En todas las culturas ha habido cuentos, que vuelan mediante la palabra viva de generación en generación y después se recogen por escrito. Siempre se ha dicho que el fondo más rico y antiguo de la cuentística universal hay que situarlo en la India:

  • LAS COLECCIONES ORIENTALES: 

  1. Cuentos árabes: El Panchantra (Cinco libros) es la colección más importante de cuentos indios. Muchas narraciones provienen de la literatura budista, occidental e india. Compuesto entre el siglo III y VI d.C, se difunde desde el siglo X con traducciones al persa y al árabe, que llegan a Europa y a China.
  2. Cuentos indios: Las mil y una noches es la colección más importante de cuentos árabes, donde los relatos están llenos de colorido y erotismo (Aldino, Simbad, Alí Babá…). En Europa se conoció en el siglo XVIII. El cuento base que estructura la historia es de un rey que al enterarse de la infidelidad de su sultana, decide tener una esposa por noche y ejecutarla al día siguiente; hasta que Sherezade, hija del visir, que logra aplazar y salvarse de su muerte intrigando al rey con el desenlace de los cuentos que le lee cada noche, los cuales irrumpe al despuntar el alba.
  • LAS COLECCIONES MEDIEVALES DE CUENTOS EN ESPAÑA:

  1. Disciplina clericalis: Es un libro español formado por 34 cuentos populares muy variados y esquemáticos, la mayoría de origen oriental y redactados en latín en el siglo XII por Mosé Sefardí (Pedro Alfonso al convertirse al cristianismo). Su estrucutra es de un padre que instruye a su hijo a través de cuentos sobre la amistad, enredos de amor, de las astucias de las mujeres, etc.
  2. Calila e Dimna: Es una colección de cuentos de origen oriental con intención didáctica. Los mandó traducir del árabe Alfonso X. La mayoría proceden del Panchantra indio. El título viene dado por el primer cuento, donde los protagonistas son dos lobos hermanos llamados Calila y Dimna.
  3. Sendebar: 26 cuentos de origen indio traducidos al persa, al árabe y luego al castellano por encargo de Don Fadrique, hermano de Alfonso X, dado que se hicieron muy populares en la España musulmana. Es una de las primeras manifestaciones de la literatura misógina y los temas que trata son las argucias, malas artes y enredos de las mujeres para conseguir sus propósitos.
  4. Los fabliaux: Son pequeñas historias en verso tomadas de la tradición oral francesa. Fue divulgada por los juglares y destinados a un público burgués. Están dotados de un carácter jocoso y picante donde ridiculizan a clérigos y villanos, además de hacernos un paisaje costumbrista de la lengua, costumbres y vida de la época.
  5. Le Roman de Renart: Compuesto en Francia entre los siglos XII y XIII, son cuentos en verso protagonizados por animales perfectamente caracterizados. Estos se van convirtiendo en una representación del mundo feudal.
  6. Il novellino:  100 cuentos breves escritos en italiano en el siglo XIII que narran anécdotas de la vida de los santos de forma breve y concisa.

En el siglo XV, destacan tres importantes cuentistas: Don Juan Manuel,  Giovanni Bocaccio y Geoffrey Chaucer. El primero, sobrino de Alfonso X el Sabio, reúne 51 relatos o exempla en su obra más famosa «El conde Lucanor«. Es una obra dogmática donde el conde consulta a Patronio, su consejero, sobre problemas vitales y amorosos que le surgen, y este le contesta con un cuento, anécdota o fábula donde se deduce una moraleja con la intención de transmitir lecciones morales con carga literaria, lo que aporta frescura y amenidad. Estos exempla sirven como modelo de conducta de una sociedad estamental donde el señor es la ley y un espejo donde los siervos deben mirarse.

Giovanni Bocaccio destaca por su obra «El Decamerón«, compuesta por 100 narraciones breves contadas en 10 días por 7 muchachas y 3 chicos, que durante la peste de Florencia se refugian en una villa a las afueras y se entretienen contando cuentos. La obra respecto a antiguas fuentes se caracteriza por su ausencia de tono moralizante, por ser importante en la trama el desenfreno sexual, y por describir la época de mediados del siglo XIV con tonos burlescos, obscenos, satíricos y con la intención de divertir.

Y finalmente Geoffrey Chaucer escribió «Los cuentos de Canterbury«, la obra maestra de la literatura inglesa. En ella presenta a unos peregrinos que inician su ruta hacia el sepulcro de Santo Tomás Becket en Canterbury; y para amenizar el camino deciden contar cuentos. Cada peregrino representa una clase social, un oficio etc, y el conjunto proporciona una visión de la Inglaterra del siglo XIV. Hay una fusión de lo satírico, humorístico, sentimiental y lírico entre historias caballerescas, fábulas, cuentos de hadas y leyendas de santos.

En el siglo XVI, aparecen dos cuentistas considerables: Mateo Bandello y Joan de Timoneda. En el siglo XVII Charles Perrault, autor de cuentos que ya son patrimonio de la humanidad como «Caperucita Roja, Pulgarcito, La cenicienta, La bella durmiente, El gato con botas….», los cuales son versiones retocadas de relatos populares de distintos países, y que en muchos casos eran leyendas y mitos que pervivían en la memoria colectiva popular.         En el siglo XVIII destacan las fábulas de Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte.

El siglo XIX es el siglo de la narrativa, de la preocupación por el cuento popular y el nacimiento del cuento literario como un nuevo género propio de este siglo. Y es a partir de entonces cuando al cuento popular se le une el cuento literario, el cual nace de forma escrita y creado personalmente por autores como Ernest T.A Hoffmann y los hermanos Jacobo Luis y Guillermo Grimm en Alemania, Hans Christian Andersen en Dinamarca, Guy de Maupassant en Francia; Charls Dickens, Oscar Wilde, Robert Louis Stevnson, Rudyard Kipling, en Inglaterra; Edgar Allan Poe en Norteamérica; Anton Chejov y Leon Tolstoi en Rusia y Leopoldo Alas Clarín, Emilia Pardo Bazán, Gustavo Adolfo Bécquer y Pedro Antonio de Alarcón en España.

CUENTO LITERARIO:

«Es un género que sirve para expresar un tipo especial de emoción , que encarna en una forma narrativa próxima a la de la novela, pero distinto en técnica e intención. » Baquero Goyanes.

Hasta el siglo XIX el cuento era un género menor al que ningún investigador le prestaba atención, pero a partir de este siglo hay un interés por éste. En el siglo XX alcanza su maduración y evoluciona hacia formas nuevas.  A pesar de ser el género más antiguo, es el que más tarde entra en los estudios literarios. Los grandes cuentistas del XIX, crean personalmente pequeños pero intensos mundos en sus relatos, pero todos con un empeño artístico increíble. Podemos denominar por tanto al siglo XIX como el siglo en el nació el género del cuento escrito por un autor  propio y por contagio con la novela realista.

Frente a la tradición oral, el cuento literario es invariable, es tal cual lo escribió su autor y no se puede modificar nada, de modo que no es de autoría colectiva. Este autor va a intentar transmitirnos ya no las vivencias de un héroe sin profundidad, sino sus vivencias personales enmarcadas en un aquí y en un ahora concretos. Por lo tanto lo que vamos a tener son textos literarias cuya originalidad es enorme, y que van a venir definidos por la subjetividad de una autor. Otra diferencia que va a tener el cuento literario es la intención, éste va a quitarse de encima cualquier propósito didáctico o moralizante, tampoco va a querer hacer sátira; lo que vamos a tener ahora es libertad total del autor, del creador moderno.

Julio Cortázar define «la significación (tema significativo), intensidad (estilo conciso sin florituras) y tensión (comunicación con el lector que consiste en la imposibilidad de sustraernos a la atmósfera qu va creando el cuento)» como los tres elementos sustanciales de un buen cuento literario.

Baquero Goyanes dice del cuento literario que «En el cuento importan más otros componentes: vibración emocional, tensión narrativa, etc. […] En la intensidad de su breve trama radica su fuerza y eficacia estética.»

Con todo esto podemos observar que el cuento, como cualquier género literario, no es algo monolítico y apriori determinado; sino que evoluciona dependiendo del gusto y de la sensibilidad, hacia formas nuevas.

fin

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